THALASSA
Agotaba el azul y el verde
cuando te mostraste
inabarcable, soberbia, imponente,
seductora, majestuosa, vehemente
ora sosegada ora impaciente.
No intenté comprender tanta hermosura
en la comisura del desafío
se enervó el mar bravío
para mi solaz y desvarío
¿Quién fuera rescoldo marino?
¿Quién compartiera tus delirios?
fustigadora de suplicios
dueña y señora de nuestros amoríos.
Poema del libro: "Treinta de febrero"